El informe CORA, en el que se ha basado el ejecutivo para elaborar el proyecto de ley que pretende reducir el coste de la Administración Pública, contiene datos totalmente falsos como los empleados para justificar el cierre del Consejo de la Juventud (CJE).
El Gobierno elimina de esta forma un organismo público que durante 30 años ha venido representando a las personas jóvenes, defendiendo la mejora de sus condiciones de vida, apoyando y fortaleciendo el movimiento asociativo juvenil en el territorio español, favoreciendo el intercambio entre dichas entidades y trasladando la voz de la juventud española en diversos espacios de participación del ámbito internacional.
Consideramos que se trata de silenciar la voz incómoda de los jóvenes, que libremente criticamos aquello que atenta contra nuestros intereses y derechos, es por tanto un cierre ideológico. Pero lo realmente grave no es el porqué de nuestra eliminación sino que el Gobierno use datos falsos para justificar su decisión.
El cierre del Consejo de la Juventud acarrea serias consecuencias para un colectivo tan afectado por la crisis estos últimos años y al que tanto se menciona ahora en campaña electoral ante unas elecciones europeas, pero lo realmente grave es un Gobierno que acalla a la plataforma más importante de entidades juveniles de nuestro país a través de la mentira consciente. Los y las jóvenes nos merecemos unos dirigentes que entiendan la participación juvenil no como un obstáculo molesto sino como un eje clave para el éxito de una democracia sana propia de un país avanzado.